lunes, 27 de diciembre de 2010

DEJA CAER TU EQUIPAJE



Oí hablar de un hombre, un aldeano, que viajaba en tren por primera vez. Llevaba su equipaje sobre la cabeza y pensaba, Si lo pongo en el suelo, será demasiada carga para el tren, y sólo he pagado para mí mismo. 

Compré un billete, pero no pagué por el equipaje. De modo que llevaba el equipaje sobre la cabeza. El tren los llevaba a él y su equipaje, y, que lo llevara en la cabeza o lo depositara en el suelo, le daba igual al tren.

Vuestra mente es equipaje innecesario. A la existencia que os lleva le da lo mismo; estáis innecesariamente cargados. Os digo: dejadlo caer. Los árboles existen sin mente y existen con más belleza que ningún ser humano; las aves existen sin mente y existen en un estado más extático que el de ningún ser humano. Mirad a los niños que aún no están civilizados, que aún son salvajes. 


Existen sin mente y hasta un Jesús o un Buda se sentiría celoso de su inocencia. Esta mente no es necesaria. El mundo sigue y sigue sin ella. ¿Por qué la acarreáis? ¿Creéis que es demasiado pesada para Dios, para la existencia? Una vez que os la quitéis, así sea por sólo un minuto, toda vuestra existencia se transformará. Entrareis en una nueva dimensión, la dimensión de la ausencia de peso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario