Tantra es la gran enseñanza suprema. Tantra dice: NO crear conflictos en uno mismo. Aceptar ambos y en la aceptación la trascendencia sucede, no la victoria. En Yoga hay victorias, en Tantra No. En Tantra simplemente se trasciende. No que adquieras la no-violencia yendo contra la violencia, simplemente vas más allá de ambas, te vuelves un tercer fenómeno: UN TESTIGO.
Una vez me hallaba visitando a un carnicero en su tienda justo antes de cerrar, cuando un cliente vino a pedir una gallina. Yo había visto que sólo quedaba una, y él se puso muy contento de poderla vender. La puso en la balanza y dijo: cinco rupias.
El hombre dijo: Es muy pequeña, voy a dar una fiesta y necesito una mayor.
El carnicero vaciló un poco, llevó la gallina a la trastienda y regresó con la misma gallina, la puso en la balanza y exclamó: Siete rupias.
El hombre respondió: Esta bien, me quedo con ambas.
Ahora el carnicero se metió en un lío. Y el Tantra mete a la Existencia también en un lío, pues dice: Me quedo con ambas.
No son dos cosas diferentes. El odio no es sino otro aspecto del amor. La cólera, el otro aspecto de la compasión. Y la violencia es la otra cara de la No-violencia. El Tantra te dice: Me quedo con ambas. Y a través de esta aceptación viene de inmediato la trascendencia, puesto que no son dos, son las dos caras de una misma moneda.